domingo, 31 de marzo de 2013

Le hago llegar esta carta de manera anónima, no es necesario inventarme un nombre o decirle como me llamo, Buenos días, aquí es de noche, para cuando usted lea esto, seguramente yo andaré en un profundo misterio, donde los dos nos respiramos mutuamente, bueno le estaba yo diciendo lo mucho que usted me reconforta, que le siento como el dolor de las lagrimas y la paz que embriaga la sonrisa, usted, un descubridor terrestre,un alpinista con el corazón a todo vapor,un ave mecánica, que requiere de tiempos para llegar al estado de perfección, como un capullo, yo soy más o menos como un olivo creciendo en el desierto, una rosa con espinas embrutecidas, un saltamontes con delirios, algo así como la lluvia que no espera y llega de sorpresa, pero su paraguas esta roto, y la chaqueta no le cubre lo suficiente, termina empapado hasta la piel, y la lluvia adentra su romanticismo hasta los huesos, entonces esta perdido, le a atrapado la clásica gripa, odia estar enfermo, su garganta se inflama y pierde la voz, para nada le gusta el frío, pero comienza a parecerle bueno que le mantenga tibio en la época invernal, yo odio el sudor, el sol generalmente daña mi piel, pero es fascinante perderme desnuda bajo su sombra, odio los gestos de las gentes y el silencio, y en usted amo las muecas, y su silencio es como un manto de paz, yo no le he elegido para casarme, y usted no me echara a la mano una argolla que quema, yo no le pertenezco y usted solo me ha sido prestado, yo no le amo, si así es, yo no le amo, la palabra amar no es suficiente, yo le respiro, le vivo y le beso con toda la diferencia que le hago, pero aún con eso me dispongo a que la argolla me queme, me marque como suya ante una sociedad sucia, pues aquí, entre nuestras diferencias estoy decidida a compartirle hasta lo que no tengo que de buscar para usted, todo lo que usted me da, puede parecerle poco, pero eso que para usted es poco, para mi lo es todo, no necesita de tener manos, ni pies, ni boca, ni miembros si quiera, aunque el sexo sea importante, no se llega a la luna andando, sino con el manto de invisibilidad de los ojos cerrados, nada es imposible, con esto que llaman a algunas damas, cosa que nosotros hemos intercambiado ya sin necesidad de tocarle, permítame enojarme, hacer una rabieta, siempre que la causa le nombre, y si le nombro amor mío es con franqueza, de que usted es tan mío como lo es el mar, pues el mundo podrá mirarle, pero sentirle solo yo le siento con tanta vida, pues le amo hasta el limite del ahogamiento .

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Menú de sueñOs *